Los vertiginosos cambios a los que asistimos en las últimas décadas están produciendo grandes transformaciones en diversos ámbitos y el mundo laboral no ha quedado ajeno. El surgimiento de estos nuevos paradigmas coloca al espacio de trabajo ante un gran desafío: adecuarse a fin de convertirse en una ventaja competitiva para las empresas. Desde Contract Workplaces, compañía líder en consultoría, diseño y construcción de entornos corporativos, aseguran que la oficina que viene será el corazón de las interacciones sociales y la colaboración, y tendrá el foco puesto en el empoderamiento de las personas para decidir cómo, dónde y cuándo trabajar.
En las últimas décadas la tecnología ha penetrado en todos los ámbitos de la vida. Las economías nacionales han devenido en economías globales, los hábitos de consumo y los comportamientos sociales han sufrido grandes modificaciones y, como parte de este panorama general, el lugar de trabajo también está experimentando un cambio radical, mucho más acelerado del que las organizaciones pueden seguir, lo que puede significar cambiar frecuentemente de estrategia para estar en sintonía con los tiempos que corren.
Está visto que las reglas tradicionales ya no ofrecen respuestas eficientes para enfrentar este nuevo escenario. Los nuevos modelos de organización deben aprovechar los cambios, la adaptabilidad a las nuevas posibilidades que brinda la tecnología y la fluidez que proporcionan las estructuras más horizontales y autogestionadas, para responder a una realidad donde las fronteras entre los mundos material y virtual, el trabajo y la vida personal, y el rol y las tareas se hacen cada vez más borrosas y ambiguas. La oficina ya no será solo el espacio físico, sino un centro de conectividad para ayudar a las personas a realizar sus tareas en forma eficiente.
“Para no perder competitividad, es necesario que las organizaciones comprendan cuáles son las principales tendencias que actúan como motor de las transformaciones que darán forma a la oficina que viene y sepan cómo responder ante ellas, desde los procesos, la cultura y, también, desde el espacio”, señala Cristina Torres, Gerente General de Contract Workplaces Ecuador. Las empresas deben estar preparadas para aquello que vendrá. “Ser flexibles es la clave”, reflexiona Torres.
UN VISTAZO A LA OFICINA QUE VIENE
Según Torres, “en el incierto escenario que viene, el lugar de trabajo puede transformarse en una ventaja competitiva si está proyectado para aprovechar las oportunidades creadas por un mundo en permanente cambio”. Para lograr este objetivo, el diseño de la oficina deberá abordar con eficacia los retos que las organizaciones enfrentarán en los próximos años. Estas son algunas de las características que, según Contract Workplaces, deberían considerarse:
Movilidad y flexibilidad
Un trabajo flexible y móvil requerirá un espacio flexible, con un incremento de las áreas compartidas en detrimento de las privadas (buscando siempre el equilibrio), versatilidad para la reconfiguración, adaptación a los distintos requerimientos y espacios que favorezcan los encuentros ocasionales, las reuniones informales, el trabajo en equipo y la colaboración. Conservar una estructura escalable hará a las organizaciones más ágiles y dúctiles frente a los cambios.
Optimización del uso del espacio físico
En la oficina que viene, teniendo en cuenta el crecimiento del home office y las nuevas formas de trabajo que surgen, las personas ya no estarán ancladas al espacio físico para desarrollar sus tareas; los puestos de trabajo ya no serán asignados y el layout se organizará en función de las actividades. Junto con la reducción de los costos operativos y de implementación, esta estrategia aportará una mayor flexibilidad frente a las nuevas demandas.
Con el foco en la colaboración
En el nuevo paradigma empresarial, el valor de una organización se fundará cada vez más en su “capital social”, entendido como el valor de las redes y las relaciones que ha establecido. Como resultado de esto, las compañías se transformarán en un complejo y fluido entramado de empleados, proveedores y clientes dispersos geográficamente. La alta movilidad que brinda la tecnología hará que la oficina sea cada vez más un lugar de encuentro e interacción personal; de esta manera, la actividad social y la colaboración se convertirán en su función más importante.
Integrado con la tecnología
El diseño del espacio de trabajo deberá estar al servicio de una fuerza laboral flexible y móvil. Si el espacio del trabajador nómada se ha trasladado donde quiera que esté, será de gran utilidad contar con suficientes salas para videoconferencia y telepresencia para mantener a los equipos conectados. Al mismo tiempo, las apps junto con el smartphone integrarán un ecosistema digital de múltiples funciones –incluyendo las productivas– que proporcionará una experiencia fluida, intuitiva y accesible.
Personalizado
Hoy la gente espera una personalización del lugar de trabajo porque la experimenta todo el tiempo en su vida cotidiana. Para estar a la altura de los cambios y las expectativas de la fuerza laboral, las empresas deben dar respuesta a sus preferencias a la hora de desempeñar sus tareas. La clave estará en proporcionar flexibilidad, control y autonomía, y considerar a los colaboradores como personas únicas para captar y retener a los mejores. El diseño y el equipamiento de la oficina deberán ser ajustables y lo suficientemente flexibles como para responder a una gama de necesidades diferentes y para adaptarse a cada estilo y personalidad.
Orientado al bienestar de las personas
La gente es el activo más importante de las empresas por lo que el bienestar en el lugar de trabajo se está convirtiendo en una necesidad estratégica. La oficina deberá ajustarse a las condiciones para las que estamos mejor preparados: proporcionar puestos de trabajo bien ventilados, propiciar el uso de la luz natural para mantener los ritmos biológicos, permitir las vistas al exterior cuando sea posible, ofrecer la posibilidad de trabajar sentado o de pie junto con la posibilidad de hacer ejercicio físico para recuperar la participación de todo el cuerpo y cuidar la calidad del aire interior.
EL FUTURO DEL TRABAJO
Torres explica que “la filosofía de Contract Workplaces es crear espacios a “prueba de futuro”, que contemple las necesidades del cliente actuales y del mañana, por eso estamos siempre a la vanguardia de las tendencias en torno al mundo laboral”. En línea con este espíritu, la compañía realizará en Quito -por segundo año consecutivo- la conferencia Worktech, el reconocido foro internacional sobre el futuro del trabajo. En esta edición, que tendrá como sede la Universidad de Las Américas, se expondrán temas como Inteligencia Artificial, Well-Being, emergencia digital, liderazgo, entre otros, poniendo el foco en entender cómo evolucionará la experiencia de trabajo.
“Es importante tomar consciencia de que el motor de las empresas son las personas y, por ende, la oficina se transformará en una experiencia social, una comunidad orientada a cumplir objetivos comunes, un espacio compartido y conectado que facilita el trabajo en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea de manera presencial o dentro de un entorno virtual. Sea como sea el futuro que nos espera, la razón para aplicar todas estas estrategias es sencilla: un equipo de trabajo saludable y feliz será más productivo, comprometido y eficiente”, concluye Torres.
Av. 6 de Diciembre E10-A y Juan Boussingault.
Edificio Torre 6, piso 7 of. 701
Quito, Ecuador
+593 2 351 8076
infoecu@contractworkplaces.com
www.facebook.com/contractworkplaces