Por Lorena Ballesteros
Maquillaje: Sunmy Jo Makeup / Hair styling: Leali Beauty Lab
Esta entrevista la realizamos en un lugar privilegiado. Cerca de Quito, a pocos minutos del valle de Cumbayá, pero con el silencio y la paz del campo. Al llegar nos da la bienvenida un paisaje verde y de altura. En este maravillo escenario vive Cristina Rivadeneira. La casa principal pertenece a su padre, pero ella ha adaptado la cava de esa residencia para convertirla en un acogedor departamento tipo suite.
Según ella, cada detalle de su casa es un pedazo suyo, de su esencia. No muestra un estilo definido, es más bien una composición de texturas y colores. Las paredes son blancas, lo cual permite que los cuadros -muchos de ellos de autoría de su hermana María Susana- sean protagonistas en cada espacio. Los muebles los consiguió de varios lugares: unos comprados, otros regalados, otros donados y restaurados a su gusto. Aunque insiste en que no hay una tendencia marcada, sí podemos encontrar cierto apego por lo vintage. Piso con diseño de mosaicos, un mueble rojo con herrajes de los setenta, una repisa antigua, muebles re-tapizados con terciopelo.
Kimono Las Barragán, aretes Yajaira Ramírez, encuéntralo en The Designer Society
La luminosidad natural la consiguió abriendo ventanales que comunican con un pequeño porche y con el gran jardín que rodea toda la propiedad. Nos cuenta que en ese espacio suele tomar el café de la mañana cuando está soleada, aunque la mayor parte del día se la pasa en su estudio revisando correos, haciendo llamadas y atendiendo temas de trabajo.
En definitiva, sobre su casa se puede concluir que el ambiente es acogedor y sencillo. Fiel reflejo de ella, una mujer dulce, natural y espontánea. Tiene 33 años y desde hace algún tiempo se ha convertido en una emprendedora exitosa. Cris estudió Organización de Eventos y Relaciones Públicas en la Universidad de Palermo. Con esas credenciales se vinculó a CLAVE! y trabajó en la Feria de la Vivienda, experiencia que le reveló que el mundo de las ferias era lo suyo. En busca de mayor profesionalización viajó a Barcelona para estudiar una maestría en Marketing y Ventas en la Universidad Autónoma.
Falda Alice and Olivia – Estyle, encuéntralo en The Designer Society
Una vez que terminó sus estudios superiores, regresó al país con un objetivo: emprender. Con solo 28 años comenzó a crear una marca de accesorios artesanales. En esta aventura la acompañaron sus hermanas María José y María Susana, de allí el nombre Las Tres Marías. El objetivo fue rescatar ciertas tradiciones y materiales autóctonos que se habían ido perdiendo con el paso de los años. Estos materiales debían plasmarse en productos actuales, versátiles, cotidianos; y para que la artesanía se volviera más chic había que profundizar en el diseño. Comenzaron con carteras producidas a base de telas fabricadas en telares. Actualmente tienen una línea de shigras con acabados de cuero y en diseños adaptables al uso diario. Las Tres Marías es una marca que motiva e inspira a valorar la artesanía ecuatoriana desde un sentido de pertenencia. Actualmente se vende a través de Instagram (@lastresmariasr).
La experiencia de trabajar con sus hermanas ha sido gratificante. A pesar de que cada una tiene su estilo de vida muy particular, incluso viven en distintas ciudades, esto les permite compartir tiempo, ideas, y consolidar un proyecto con un denominador común. Para Cris, Las Tres Marías fue el punto de partida para lanzarse a lo que siempre quiso: organizar eventos.
Falda Alice and Olivia – Estyle, encuéntralo en The Designer Society
Cuando presentaron su marca de carteras se dieron cuenta que necesitaban vitrinas para exponerlas, pero las alternativas para exhibir productos artesanales son limitadas. Los locales comerciales son costosos y no necesariamente llegan al público objetivo. Debieron explorar el mercado de las ferias, algo en lo que Cris tenía experiencia, y así presentaron las shigras en Quito y Guayaquil, en diversos espacios tipo bazares. Sin embargo, en esa búsqueda ella se dio cuenta que en Cuenca no había ferias con ese tipo de oferta.
Así nació MercArt, la única feria en Cuenca en la que se encuentran diversos emprendimientos locales y nacionales, que van desde productos gastronómicos hasta ropa, accesorios, arte y decoración. La tónica de la feria es que se privilegie al trabajo artesanal. Tal ha sido el éxito de MercArt que ya lleva 11 ediciones. Se realiza tres veces al año, y la planificación de cada feria toma entre tres y cuatro meses. La ventaja es que Cris puede hacerlo desde el estudio de su casa, lugar en el cual ha montado su oficina. Evidentemente viaja constantemente a Cuenca, algo que no le molesta, pues su novio vive en esa ciudad. La próxima edición de MercArt se llevará a cabo los días 10, 11 y 12 de mayo con motivo del Día del Madre.
Pero su dinámica laboral no se queda en Las Tres Marías y MercArt. Cris ha apostado por un tercer proyecto. Se trata de la expo Be:fit que ahora se ha transformado en Be:slow. En un inicio Be:fit estaba enfocada a fitness y deporte. Sin embargo, ahora abarca todo un estilo de vida. El movimiento slow es global y se ha instalado en las grandes urbes de todo el planeta, promoviendo regresar a lo básico y esencial. En otras palabras, tomarse el tiempo necesario para cocinar, pero al hacerlo utilizar productos orgánicos; tomarse el tiempo para hacer deporte, para leer un libro, para fabricar accesorios a mano, para encontrar piezas únicas…
Falda Las Barragán, encuéntralo en The Designer Society
En este contexto es que Be:slow presentará todo lo relacionado con este estilo de vida. La primera exposición se realizará la cuarta semana de junio en la Quinta San Luis de Lumbisí, en Quito. Cris nos explica que no será una feria común. Las categorías estarán clasificadas por pabellones: un área para nutrición, otra para ropa y accesorios, otra para fitness and wellness, y no podía faltar una zona para estilo de vida de mascotas y otra para niños. Además, se recomienda que quienes asistan lo hagan en ropa deportiva, pues podrán tomar clases demostrativas de distintas disciplinas. También habrá talleres que incorporen esta tendencia de slow movement, por ejemplo, cómo hacer un bouquet de flores o un terrario.
Aterrizar este concepto slow en Ecuador ha sido un reto para ella. Sabe que hay un segmento de la población que está regresando a estas prácticas porque el estrés laboral, la presión económica o simplemente la presión social, están asfixiando al ser humano. Ella quiere contribuir a que se respete la vida y se la mire con más apreciación.
Camisa Las Barragán, aretes Yajaira Ramírez, encuéntralo en The Designer Society
Así intenta llevar la suya. Enfocada en promover el trabajo artesanal y dispuesta a trabajar arduamente para cumplir sus metas. Reconoce que es una especie de todóloga y que eso le sucede a la mayoría de los emprendedores. De esa manera ha aprendido a conocerse mejor y saber cuáles son sus fortalezas y limitaciones, y como no todo es trabajo, cada vez que termina una feria se toma un breve descanso. Le encanta viajar e inspirarse de otras culturas.
Aunque está muy contenta viviendo en Quito y en ese espacio tan acogedor que ha construido, no descarta la posibilidad de mudarse a Cuenca. Allí está su corazón y muchas veces hay que saber escuchar lo que nos dice.